Muchos son los mitos extendidos acerca de estos pequeños y molestos bichitos, que invaden las cabezas, sobre todo de los más pequeños.

¿Los niños son los únicos que los sufren?

Aunque esta parasitación puede ocurrir a cualquier edad, se ha visto que la mayor incidencia se da durante la edad escolar, y esto es debido a sus hábitos de comportamiento, que facilitan el contacto estrecho entre las cabezas en la actividad escolar, en los juegos.., y a los largos periodos de convivencia.

¿Los piojos saltan?

Los piojos son insectos sin alas incapaces de volar o saltar, pero sus patas les permiten adherirse firmemente al pelo y desplazarse con rapidez. El contagio se produce por contacto directo cabeza – cabeza y excepcionalmente por transporte pasivo a través de objetos infectados. Se adhieren al pelo del nuevo huésped y comienzan a depositar liendres (huevos) e inician una nueva generación de piojos. Además el primer síntoma de la infestación, que es el picor, puede tardar un tiempo en aparecer lo que retrasa el diagnóstico y facilita la propagación.

¿Hay que dejarse el pelo sucio?

Aunque es verdad que los piojos se adhieren mejor al pelo limpio, la falta de higiene favorece infestaciones más graves e infecciones añadidas. Al lavar y peinar el cabello asiduamente, un buen número de los parásitos son desprendidos o dañados, lo que contribuye a disminuir la infestación. Por tanto, mejor limpio.

¿Niñas y niños se infectan por igual?

Van más al pelo largo: se cree que es la principal causa que explica la mayor incidencia en las niñas. La melena larga facilita el contacto con pelo de otras cabezas, por lo que, se recomienda llevarlo recogido. Además en los cabellos largos los tratamientos son más difíciles de realizar y pueden resultar menos eficaces.

¿Ningún remedio funciona?

Los tratamientos pediculicidas químicos son bastante eficaces con altas tasas de eliminación, tanto de los piojos como de las liendres. Aun así, ningún tratamiento los elimina al 100% y debe realizarse un segundo tratamiento a los 7-10 días. Hay que seguir estrictamente las instrucciones de aplicación del producto y tener en cuenta que las presentaciones en crema o loción son más eficaces que en champú.

¿Funcionan los tratamientos naturales?

Los aceites esenciales como el del árbol del té, aceite de coco, la vaselina, la mayonesa actúan asfixiando al piojo pero parecen tener menor eficacia que los pediculicidas químicos clásicos. Algunos aceites esenciales pueden ser irritantes si se usan a altas concentraciones, además estas sustancias requieren aplicaciones frecuentes (cada tres días) y resultan difíciles de retirar.

Actuando por este mismo mecanismo de asfixia existen preparados de Dimeticona al 4% que tienen mejores resultados, son bien tolerados y de más fácil aplicación. Este tipo de tratamiento se recomienda en pieles muy sensibles que no toleran los pediculicidas químicos.

En cuanto al vinagre, su acción directa contra el piojo requiere altas concentraciones con una eficacia limitada y posibilidad de irritación. Sin embargo, diluciones de dos partes de agua y una de vinagre sí colaboran a facilitar el desprendimiento de las liendres y pueden ser útiles a tal efecto.

¿Los productos pediculidas estropean el pelo?

Se trata de sustancias químicas potencialmente irritantes, los tiempos de exposición al tratamiento son cortos y no son de uso habitual sino puntual. De todas formas, tras los tratamientos, pueden usarse acondicionadores de pelo que ayudarán a reestructurar el cabello.

 

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